Por Paola Galano @paolagalano
En su nuevo libro de poesías, el marplatense Juan Miguel Idiazábal pinta el mundo contemporáneo y resume el espíritu actual a través del adjetivo “Orweliano”. Ese es el título de la publicación, que se alza como una voz crítica frente a las diversas formas de control: el control que ejercen las redes sociales sobre audiencias y personas, el control de los medios de comunicación tradicionales y el control de los Estados de tinte autoritario a sus propios ciudadanos, temas sobre lo que George Orwell escribió en sus famosas novelas. Ese control parece volver reconvertido en noticias falsas, en la pérdida de libertades personales o en gigantescos operativos mediáticos.
La tesis del libro, que tiene prólogo de Juan Carlos Quattordio, es que lo que llamamos realidad está configurada por conceptos que ya planteó Orwell en sus libros, sobre todo la distopía que parece reinar al pensar el presente. “El libro tuvo un nacimiento raro”, comentó el autor a LA CAPITAL.
“Luego de unos meses de poca escritura comencé a escribir. Lo raro de esto fue que el disparador inicial resultó ser un videojuego que utiliza las premisas del libro de George Orwell, 1984, y le deja al usuario controlar a un informante de un gobierno de tinte orwelliano”, siguió.
Ese juego y la actualidad política fueron el puntapié para que empezara a escribir. La vehemencia lo impulsó a tener el libro listo en una semana.
-Orwelliano destila actualidad, como si hubiera sido escrito después de escuchar noticias o leer portales de medios noticiosos o de haber hecho una pasada por Facebook. ¿Puede ser?
-Es. Mi escritura es un pantallazo de las noticias y de la realidad. Lo escrito es social y político y para poder escribir sobre ciertos temas hay que informarse de la mayor cantidad de fuentes posibles. Eso es lo que hago para escribir sobre ciertos temas.
-¿Considerás que hacés poesía política?
-Definitivamente sí. Cómo no hacerla cuando estamos al borde de sucumbir frente a quienes desean dominarnos y pisotear nuestras libertades. Ya ha corrido mucha sangre por estas calles, ya es hora de despertarnos. Si acaso a través de mi poesía une sole humane se replantea sus privilegios, sus comodidades, la información que recibe diariamente, sólo une es suficiente para que su aleteo genere la energía suficiente para que el mundo siga girando en la dirección correcta, siempre hacia la libertad. Ni sumises ni oprimides ni estupides ni drogades ni anestesiades, despiertes.
-¿Qué tan distópica te parece la realidad?
-Lamentablemente la realidad en la que vivimos es muy distópica. En el mundo priman las guerras, las matanzas, y la locura corre por las calles. En lugar de llevar a las sociedades del mundo a un estado de bienestar y hacia la utopía o lo más cercano a ella, luego de dos guerras mundiales, una guerra fría, y cientos de conflictos y muertes sin sentido los poderoses del mundo siguen cercenando libertades, ganando terreno, monitoreando a sus ciudadanos, y generando pánico a través de un control de los medios de comunicación. Hoy en día, los grupos de ultraderecha ganan más presidencias o puestos de poder importantes, y lo hacen no por tener ideas sobre economía modernas o superadoras de los grupos de izquierda, sino por el uso del factor miedo a su favor a través de la manipulación mediática. Al parecer, no aprendimos mucho de los errores del siglo XX, la primavera de los ´60 desapareció y unos pocos países que supieron jugar sus fichas muy bien hoy poseen sociedades casi ideales en comparación al resto.
-La manipulación y el control por parte del Estado (cualquiera sea el Estado) no es nueva, existe desde siempre, ¿qué te parece que cambia en este momento?
-La existencia de una sociedad globalizada y conectada a través de internet y de redes sociales hace que la manipulación y el control sean más efectivos. Si miramos bien, por ejemplo, en la Argentina, los medios de comunicación nacionales (todos con sede en ciudad de Buenos Aires) son los generadores de noticias y opinión por excelencia. Los cinco o seis medios supermasivos dan las mismas cinco noticias todo el día, y al día siguiente cambian a otras cinco noticias, y así sucesivamente. Esto es manipulación de la realidad y eventualmente todes estamos bailando y pensando al ritmo de estos medios. Si bien existen los medios alternativos y las voces disidentes en el contexto actual del país esos medios son pequeños, aunque poderosos, reductos de información alternativa que solo llegan a un porcentaje más bien pequeño de la sociedad. Todo esto se da un contexto ideal para la manipulación y control: internet es el mejor medio para fabricar, distribuir y crear la verdad y la mentira en los tiempos que corren. Tiempos en que ya casi nadie chequea si las fuentes de información son fidedignas o no.
-La poesía Big Brother es una crítica feroz sobre los dispositivos tecnológicos que borran ideas e instalan modas absurdas, huecas para lograr dominación. ¿Es la cultura de lo banal?
-Sí, estamos atravesando un período de banalidad extrema culturalmente hablando. Hoy en día valen más los cinco minutos de fama por realizar algo superficial y de acuerdo a lo que dicta el sistema a intentar hacer algo que sea valioso para uno. Si bien esto no es algo nuevo, las nuevas tecnologías han hecho que sea más fácil viralizar estas modas absurdas que nos mantienen felices sin replantearnos o cuestionar nuestro entorno en pos de convertirlo en un lugar mejor para todes. Si siempre estamos felices y satisfechos nunca veremos las desigualdades y las calamidades que sufren aquelles que el Estado no quiere que vea o escuche.
-¿Por qué decidiste escribirlo usando lenguaje inclusivo?
-El lenguaje inclusivo me parece una propuesta muy interesante. Es decirle al mundo hispanohablante que cuando analizamos el lenguaje existen aristas que hay que tener en cuenta. La principal es que el lenguaje no hay que mirarlo solamente desde el punto de vista de la gramática o la lingüística, sino que tiene una punta sociológica, otra psicológica, otra de género, otra cultural y otra económica. Usar el lenguaje inclusivo es borrar el rasgo masculinizante de las palabras neutras en el español. Además, es generar un lenguaje que sea más justo y menos violento. El uso del lenguaje inclusivo demuestra una mejor compresión del concepto de economía del lenguaje por el cual se horrorizan tantes, pues en lugar de decir “todos y todas” sólo deberíamos decir “todes” y asunto solucionado.
-Muchos de tus textos tienen una abierta defensa a la causa feminista. ¿Por qué?
-Me parece que, a pesar de todos nuestros avances en materia de derechos humanos y sociales, las mujeres siguen relegadas respecto de los hombres heterosexuales. Cómo no apoyar la causa feminista si vivo en una ciudad en donde cada 28 horas muere una mujer. Cómo no apoyar la causa si los femicidios, los travesticidios, las violaciones, y la violencia de género en general están en auge. Escucho de niñas y adolescentes que son violadas y se las obliga a ser madres. Escucho de mujeres golpeadas. Escucho de lo mal que se sienten las mujeres cuando les dicen cosas en la calle. Es más, la escucho a mi pareja decir que tiene miedo de que le digan cosas en la calle si sale vestida de cierta forma en verano para no morirse de calor. El trabajo cultural y de escritor me tiene trabajando y creando codo a codo con mujeres artistas. Gran parte de mi vida me moví entre mujeres y con mujeres. Entonces, cómo no defender abiertamente las causas feministas.